En agosto más de 100 bomberas y bomberos de Guatemala recorrieron de manera virtual el Museo de Bomberos de Santiago en compañía de un guía, gracias a la plataforma MuBo360º. La experiencia fue todo un éxito, y se busca replicarla con más países pertenecientes a la Organización de Bomberos Americanos (OBA). 

Es así como en octubre se sumó a esta iniciativa una serie de visitas remotas, que permitieron a más de 200 integrantes del Cuerpo de Bomberos de Managua (CBM), conocer el museo y la historia detrás de la institución bomberil en nuestro país. 

La ocasión fue especialmente significativa, ya que el CBM, guarda una especial relación con el Cuerpo de Bomberos de Santiago. Debido a que la historia de su creación, que a continuación relataremos brevemente, está íntimamente ligada a la institución bomberil nacional. 

Luego del terremoto ocurrido en Managua el 31 de marzo de 1931, siguió un incendio que destruyó lo que había quedado en pie dentro de un área de treinta manzanas en el centro de la ciudad. Esto comenzó a incubar en la ciudadanía el ánimo de contar con una organización a cargo del combate de incendios. Posteriormente, en 1936 tiene lugar un nuevo incendio de grandes proporciones en Managua, conocido popularmente como el incendio de “las boticas”. Ante este hecho, el entonces Presidente de la República, Juan B. Sacasa, prometió que organizaría un cuerpo de bomberos que se encargase de la extinción de los incendios. 

La promesa de Sacasa se tradujo en que el Comité Ejecutivo del Distrito Nacional invitó a los vecinos de Managua a una reunión pública tendiente a realizar los ofrecimientos del Presidente. Entre la concurrencia se encontraba Joaquín Vijil Lejarza, quien refirió lo que existía en Santiago de Chile, y las circunstancias en que allá se creó su meritísimo cuerpo de bomberos, formado por ciudadanos de buena voluntad, que dan sus servicios con todo valor, celo y acierto en cada caso de incendio. Aconsejando entonces, la formación en Managua de algo análogo. 

La propuesta de Vijil fue impugnada por el presidente del Comité Ejecutivo del Distrito Nacional, señalando que lo único que cabía era formar un servicio como los demás que tiene la ciudad. Posteriormente, vino un cambio político radical en Nicaragua, redundando en la completa paralización del asunto en cuestión. 

Cuando llegó a la Presidencia de la República Carlos Brenes Jarquín y al Ministerio de la Gobernación Gerónimo Ramírez Brown, el asunto se movió desde el Club Rotario de Managua. Para la creación de un Cuerpo de Bomberos en la ciudad, se nombró una comisión permanente, que incorporó a su quehacer al comandante del Cuerpo de Bomberos de la ciudad de Panamá, don Juan Antonio Guizado. Con el fin de crear la organización que tanto se echaba de menos por parte de la ciudadanía, y de adelantar el trabajo mientras no llegaba el Comandante Guizado, el Ministro Ramírez Brown nombró una comisión, donde propuso como presidente a Joaquín Vijil. 

Al llegar a Managua, el comandante Guizado encontró que la idea Vijil, de organizar un cuerpo de bomberos de ciudadanos voluntarios, sacados de todas las capas y condiciones sociales, coincidía con la composición y carácter del Cuerpo que él tenía bajo su mando desde hace muchos años. Esto significa que el Cuerpo de Bomberos de la Ciudad de Panamá se formó exactamente dentro del mismo molde del que existía en Santiago de Chile y en otras ciudades de ese país, y, por consiguiente, esa feliz circunstancia debe haber contribuido mucho a que el comandante Guizado encontrase ya preparado entre los nicaragüenses el terreno, por lo menos ideológicamente. 

El comandante Guizado también aprobó lo que hasta entonces había hecho la comisión organizadora, y aconsejó que invariablemente se adquiriesen equipos con tanque, porque tratándose de una ciudad de escaso abastecimiento de agua y con un acueducto expuesto a romperse por estar el territorio sujeto a temblores, el agua en cualquier momento podía faltar.  

La base de la organización del modesto pero eficiente Cuerpo de Bomberos de Managua no pudo haber sido mejor que la que puso el comandante Guizado en su venida a esta ciudad. Redactó los estatutos de la institución, hasta ahora no reformados, con el concurso de Joaquín Vijil, quien como abogado, aconsejaba aquello que estuviese en consonancia con la legislación nacional. 

En el salón de honor del Distrito Nacional, el día 13 de septiembre de 1936, a las once de la mañana, bajo la presidencia del señor ministro de la Gobernación doctor Gerónimo Ramírez Brown, del entonces presidente del Consejo Ejecutivo del Distrito Nacional don José Frixione y del comandante Guizado se reunieron los primeros ciudadanos deseosos de ingresar como voluntarios a la institución. Allí se nombró la primera Junta Directiva de la misma y se firmó el Acta de Fundación. La sesión se continuó a las nueve de la mañana del día 15, aniversario de la independencia Patria, y en homenaje a ella, se declaró que tal fecha se consideraría como la legítima de la fundación del Cuerpo de Bomberos de Managua.

Aunque la mayoría de los equipos utilizados por los bomberos eran viejos y estaban en mal estado, el espíritu de servicio y sacrificio con que se desarrolló el Benemérito Cuerpo de Bomberos de Managua, permitió que se iniciara la fundación de otros Cuerpos en el resto del país.

Así nacen los cuerpos de Bomberos en diversas partes de Nicaragua: León, 15 de septiembre de 1951; Granada, 24 de noviembre de 1952; Chinandega, 14 de septiembre de 1954; Rivas, 29 de noviembre de 1956; Carazo, 14 de septiembre de 1958; Masaya, 22 de junio de 1963; Estelí, 11 de noviembre de 1963; Matagalpa, 24 de septiembre de 1964; Bluefields el 10 de febrero de 1967, Corinto el 11 de junio de 1968, Juigalpa el 10 de noviembre de 1974, Boaco el 19 de enero de 1975 y Ocotal el 18 de abril de 1977.

El 12 de agosto de 1962, se firma en la ciudad de León el Acta de Fundación de la Federación de los Cuerpos de Bomberos de Nicaragua (FCBN), como una iniciativa de coordinar esfuerzos a nivel nacional. Sus miembros fundadores fueron los Cuerpos de Managua, León, Granada, Chinandega, Rivas y Carazo. Luego se anexan los Cuerpos de Masaya, Boaco, Matagalpa y Esteli.

La Primera Junta Directiva de la FCBN quedó integrada por el Comandante Primer Jefe, Dr. Joaquín Vijil Lejarza (Managua); Comandante Segundo Jefe, Arnoldo Robelo (León); Comandante Tercer Jefe Dr. Salvador Velázquez Rivas (Chinandega); Comandante Secretario, Armengol Martínez (Carazo); Comandante Tesorero, Miguel Bermúdez (Granada) y Comandante Fiscal, Gilberto Rodríguez (Rivas).